Según el último informe sobre la cuestión salarial a nivel mundial, publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una mujer saca menos rédito económico de su formación académica que un hombre, ya que aunque ambos tengan la misma categoría profesional, la mujer cobra menos solo por el hecho de ser mujer.
En este sentido, la OIT señala como fundamental que los países impulsen políticas que fomenten la paridad salarial. De acuerdo al organismo internacional, la brecha salarial mundial oscila aproximadamente entre el 16% y el 22%. La tendencia varía según se hable de países de ingresos altos o bajos. En los países ricos, la brecha se agranda en los niveles salariales altos, pero en los países de ingresos bajos o medios, la brecha es mayor en los niveles inferiores, que se corresponden a sectores laborales feminizados, que justamente son los más subestimados. En dichos países, las mujeres con menos formación académica apenas acceden al mercado laboral y si logran hacerlo es a través del sector informal o como trabajadoras independientes.
Asimismo, el informe destaca que en las empresas que tienen mayoría de trabajadoras mujeres, los salarios tienden a ser menores que en compañías similares, pero con mayoría masculina. En esta línea, indica que muchas de las decisiones de los departamentos de Recursos Humanos en torno a las contrataciones están condicionadas por estereotipos de género vinculados a la maternidad y tareas de cuidado.
La OIT llega a la conclusión de que no hay razones objetivas que expliquen y justifiquen la brecha salarial de género, al tiempo que expresa que las medidas para reducirla o eliminarla deberían estar integradas dentro de una política general, cuyo eje gire en torno a la igualdad de género.