Juno es una adolescente que queda embarazada tras tener relaciones sexuales con su amigo Paulie Bleeker. En una primera instancia, quiere abortar, pero cuando está en la clínica a punto de llevar a cabo el procedimiento, cambia de opinión y decide tenerlo y darlo en adopción. Conoce a una pareja heterosexual de clase media alta, Mark y Vanessa, y firma un contrato con elles.
Esta película, más que sobre un embarazo adolescente o sobre el aborto, trata sobre el deseo y la sororidad. Las mujeres son los personajes con más protagonismo; cada una de ellas intenta llevar a cabo su deseo: Vanessa desea ser madre, Juno desea no serlo y seguir adelante con su vida de adolescente. Logran decidir sobre sus cuerpos y destinos apoyándose la una a la otra, formando comunidad con las mujeres a su alrededor. Si bien los personajes masculinos, como el padre de Juno y el de Paulie, ayudan a Juno a lo largo de su embarazo, son su madrastra y su mejor amiga quienes más la acompañan en el proceso. Es Juno también quien más apoya a Vanessa en su decisión de ser madre, incluso más que su propia pareja.
Además, Juno también cuestiona el modelo de maternidad. Según esta película, la maternidad no es un instinto, ni existe una conexión biológica e invisible de una mujer con su feto. La maternidad es deseada o no es. Juno en ningún momento tiene dudas, sabe que no quiere a ese hije y no lo siente como propio. Vanessa, en cambio, le desea aunque no le cargue en su vientre. A ambas las mueve el deseo y ambas se apoyan en la sororidad de otras mujeres para llevar a cabo ese deseo, por eso podemos decir que Juno es, con todas las letras, una película feminista.