Enriqueta Compte y Riqué nació en Barcelona, el 31 de diciembre de 1866. Su familia emigró a Uruguay cuando era niña. Hizo el magisterio y se recibió a los 19 años como maestra de primer grado. En 1986 se recibió de maestra superior.

En 1887 fue designada subdirectora del Instituto Normal de Señoritas, y durante ese mismo año viaja a Europa en misión oficial, enviada por el gobierno de Máximo Tajes, para especializarse en educación preescolar.
Tenía encomendado interiorizarse de las enseñanzas de Friedrich Fröbel,
un pedagogo alemán que creó el concepto de jardín de infantes como un sistema de enseñanza para los más pequeños basado en el juego como forma de aprendizaje, motivo por el cual recorre Bélgica, Alemania, Holanda, Francia y Suiza.
“No se encerró en la escuela, ni centró su actividad exclusivamente en la práctica educativa y en la actividad académica. Sabía que un maestro con conciencia de sus responsabilidades debe conocer y tomar partido en relación con los problemas de su época. Vivió y actuó las situaciones sociales, políticas y educativas, reflexionó y marcó su posición. Fue solidaria con personas y grupos sociales injustamente tratados, mostró comprensión y comunicó sus ideas desde y con movimientos sociales”. Así la presenta la profesora Marta Demarchi en el libro Maestra militante de la vida, de la colección de Clásicos de la Educación de la Administración Nacional de Educación Pública.
En su viaje por Europa se inspiró para, en 1892, fundar el primer jardín de infantes en Uruguay y dar el primer curso de formación para las maestras en educación inicial. Compte puso una especial atención a la formación docente. Su trabajo fue una inspiración para desarrollar la educación inicial en el resto de Latinoamérica.
En 1933 se realizó el primer Congreso Nacional de Maestros, que fue presidido por Compte y Riqué.

Compte era una ferrea defensora del voto femenino. También integró varias asociaciones que tenían por objetivo los derechos de la mujer, la lucha contra la tuberculosis, como la Liga Uruguaya contra la Tuberculosis, y contra el alcoholismo y la trata de personas.
Enriqueta Compte y Riqué
“Por lo que a nosotros se refiere, pienso que la mujer, dueña de los derechos políticos en toda su amplitud, dará al mundo el ejemplo que ha dado siempre que su intervención se ha hecho sentir en cuestiones de trascendencia; que hemos de confiar en el resultado de cuatro décadas de instrucción pública, inspirada en principios universales. Consigamos la ley y trabajemos para conseguir que la mujer haga uso de ella con todo el vigor de su personalidad”.
Fue precursora de la enseñanza laica, basada en las igualdades sociales y la superación de prejuicios y obstáculos que, a su criterio, eran perjudiciales para lxs alumnxs, pero sobre todo, para el niño en tanto ser humano que no merece quedar marcado por un mundo lleno de disparidades de metas y posibilidades.
Actualmente, la escuela preescolar más antigua del continente sudamericano, el Jardín de Infantes Nº 213, fundada por ella en 1892, en el barrio de Arroyo Seco en la Aguada, lleva su nombre, al igual que una calle en Montevideo
Enriqueta Compte y Riqué falleció el 18 de octubre de 1949 a los 82 años en Montevideo, Uruguay.