Desde julio de 2018 duerme en el Congreso Nacional un proyecto de ley para que el cupo laboral trans-travesti sea ley. El Frente Nacional por la Ley Diana Sacayán presentó en la Cámara de Diputados de la Nación un proyecto de ley que busca instituir el cupo laboral del 1% de los puestos de la administración pública nacional para personas travestis, transexuales, transgéneros y masculinidades trans.

En 2016 se había presentado pero perdió estado parlamentario. En 2018 entró al Congreso avalado por la firma de más de 40 diputadxs pertenecientes a seis bloques legislativos, a instancias de la diputada nacional Mónica Macha de Unidad Ciudadana. Desde las organizaciones sociales temen que por el año electoral no sea tratado.

En el país solo cuatro provincias aprobaron legislaciones vinculadas al cupo trans – travesti pero ninguna lo aplica. En la provincia de Buenos Aires a pesar de que se aprobó la ley, no fue reglamentada aún, por lo tanto no se aplica.
Municipios como Almirante Brown, Avellaneda, Lanús, Merlo, Morón, Quilmes, San Miguel, Tres de Febrero, San Isidro, Chivilcoy, Azul, Ramallo y Mar del Plata adhirieron a la ley gracias al trabajo de las organizaciones, sin embargo esto no se tradujo en un cumplimiento efectivo.
En Pilar y Florencio Varela se aprobaron ordenanzas específicas que instituyen el cupo. Sólo en este último municipio comenzó a aplicarse y hay dos personas trans trabajando en planta permanente.
Chubut aprobó el cupo laboral trans el 17 de mayo de 2018. Le siguieron Río Negro y Chaco, en septiembre y noviembre de 2018 respectivamente. Por diferentes razones, en ninguna de las tres provincias se implementó.
Mientras que Río Negro y Chaco aún están dentro del plazo de un año para la reglamentación, en Chubut las organizaciones denuncian que la ley está frenada.
En el resto de las provincias se presentaron proyectos similares, sin embargo en la mayoría no llegaron ni a tratarse en las comisiones.
Algunos municipios del país aprobaron iniciativas propias con una aplicación más efectiva. Santo Tomé, Capitán Bermúdez, Chañar Ladeado, Rosario, San José del Rincón, Gálvez, San Justo, Venado Tuerto y Ciudad de Santa Fe (Santa Fe) San Pedro (Jujuy); Fray Mamerto Esquiú (Catamarca); Resistencia (Chaco, antes de la ley provincial); Bell Ville (Córdoba); Orán y Salta (Salta); Santa Rosa (La Pampa); Cinco saltos, Bariloche, San Antonio Oeste, Cipolletti, Luis Beltrán, Río Colorado, Viedma (Río Negro, antes de la ley provincial); Las Heras y Luján de Cuyo (Mendoza); Villa Mercedes (San Luis); Tafí del Valle (Tucumán); Río Grande (Tierra del Fuego).
En la Ciudad de Buenos Aires no hay ley pero un reciente fallo de la justicia porteña ordenó al Consejo de la Magistratura a reglamentar el cupo laboral travesti trans previsto en la Ley de Política Pública para el reconocimiento y ejercicio pleno de la ciudadanía de las personas Lesbianas, Gays, Trans, Bisexuales e Intersexuales (LGTBI). Esa norma se aprobó en 2012, mismo año que la Ley de Identidad de Género. Sorprende que en una Ciudad que se pronuncia oficialmente “gay Friendly” para el turismo no se busque apoyar semejante iniciativa.
Aunque no están obligadas, las universidades se hicieron rápidamente eco de la demanda y empezaron a implementar el cupo laboral travesti-trans. Una de las primeras fue la Universidad Nacional de Mar del Plata, en 2017, que ya lo aplica. Le siguieron las de La Pampa, el Comahue y Tierra del Fuego.
En el país, el 98% de las personas travestis, transexuales, y transgéneros no tiene un trabajo formal. Se necesita la aprobación inmediata de la ley Diana Sacayan para garantizar el cupo laboral trans -travesti en una población cuya expectativa de vida no pasa los 35 años. El Estado es cómplice de sus muertes y de la exclusión que sufren.
#CupolaboralTransYA
Fuente: Agencia Presentes