La crisis económica que afecta la Argentina impacta en la venta de todos los productos. Los preservativos sufrieron en los últimos meses un fuerte aumento que generó una fuerte caída en las ventas de las principales marcas.
La clásica caja con tres unidades actualmente alcanza los $ 100, pero el valor puede subir si se elige preservativos con gustos, texturas y hasta sin látex. Las ventas de las principales marcas se redujeron hasta en un 50%.
En el país, el 59% de los embarazos no son intencionales, una proporción que sube al 68% entre menores de 19 años, de acuerdo con datos que presentó el Gobierno en 2017 en el Plan nacional de prevención y reducción del embarazo no intencional en la adolescencia.
De acuerdo a datos publicados por Chequeado en 2016, el ex Ministerio de Salud repartió sólo el 27% de los tratamientos de anticonceptivos hormonales (en su mayoría, pastillas) que se había propuesto, con lo que el organismo estima que cubrió solo al 37% de la población que lo necesita “una fuerte baja con respecto a 2015, cuando la cobertura fue del 82%”, según reconoce el propio Ministerio.
Algo parecido sucedió en la distribución de preservativos en hospitales y centros de salud públicos. En 2016, solamente se entregó el 20% de lo previsto, 18 de 93 millones, cuando el año anterior se habían repartido 52 millones de profilácticos.
A pesar de tener una ley nacional de Educación Sexual Integral, la oposición de sectores conservadores, clericales impide la aplicación en todo el país. Sumado a una pobre entrega de métodos anticonceptivos, un recorte a la salud pública reflejada en la ausencia de un Ministerio y una crisis económica que imposibilita el acceso a profilácticos provoca que las minorías siguen siendo las más afectadas por la falta de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, particularmente las étnicas, adolescentes, personas solteras, la comunidad LGTBIQ y la gente más pobre.