El periodista Juanjo Dominguez denunció que en el Farmacity de Moldes y Virrey Del Pino, se negaron a venderle Misoprostol a una amiga “por cuestiones éticas”. Ella perdió su embarazo y el médico se lo recetó porque era necesario para expulsar el feto sin vida de ocho semanas.
En octubre la ANMAT autorizó la venta de Misoprostol bajo receta archivada. El medicamento para su uso ginecológico ya estaba a la venta desde julio pero únicamente para centros de salud. Pero desde mucho antes se podía conseguir combinado con diclofenac en una presentación para indicaciones gástricas, bajo el nombre de Oxaprost.
Lxs farmaceúticxs son profesionales de la salud y por ende tienen que velar por ella. No realizar juicios de valor sobre una persona cuando posé una orden de un médico o médica. Farmacity le negó el derecho a la salud a una mujer.
Luego de que se viralizara el caso más mujeres compartieron en las redes situaciones similares en la cadena Farmacity y también algunas denunciaron que no les entregan anticonceptivos que por la obra social les corresponden gratis. “La ética” de Farmacity es ilegal, niega el derecho a la salud, al acceso de métodos anticonceptivos. ¿Dónde está el Estado para sancionar a Farmacity y velar por el acceso a la salud de las mujeres?