El colegio Calasanz exige en el contrato que hace firmar a padres para que sus hijes estudien en la institución que se opongan a la Educación Sexual Integral y “defiendan las dos vidas”. Obtener la matrícula 2019 para ingresar a la escuela católica implica oponerse a la Educación Sexual Integral que es ley en la Argentina y que debe enseñarse en todas las escuelas del país ya sean públicas o de gestión privada.
“Acepto y comparto la posición de defensa del derecho a la vida desde la concepción y garantizo la formación sexual integral desde el planteo antropológico y católico” dice el documento, adhiriendo al Proyecto Escolapio de Educación para el Amor, la Vida, la Afectividad y la Sexualidad (PEEAVAS) que este año en Córdoba compartió el material “Características de un verdadero hombre”. Donde se explica que “dentro del hogar la función escencial del hombre es ser el jefe” y el de la mujer “someterse por amor”.
Esperamos que el Estado intervenga frente a este avasallamiento de los derechos de les niñes y la violación de leyes por parte de la escuela. La educación es laica y la ESI es ley.