Tras declararse en agosto como “próvida”, Tucumán retrocede un poco más en el tiempo con la aprobación de una ley que prohíbe los abortos en casos de violación, contradiciendo así el artículo 86 del código penal. La iniciativa impulsada por el peronista Marcelo Caponio promueve “la protección de los derechos de la mujer embarazada y del niño por nacer”. El texto cuenta con el aval de más de la mitad de los legisladores tucumanos (29 de los 49).
El legislador antiderechos sostiene que “es necesario compatibilizar y armonizar los derechos de la mujer embarazada, y en especial los de la mujer víctima de delitos contra la integridad sexual, con el derecho humano a la vida del niño por nacer, y su garantía de igualdad y no discriminación”. Apuntan a “no discriminar” al “niño por nacer” producto de una violación, según proclama el artículo 4 de la ley.
Así, quienes se dicen representantes del pueblo de Tucumán desoyen a un gran sector de la sociedad, cuerpos gestantes a los que dejan expuestos a la vulnerabilidad y la muerte.