Yamila fue despedida sin causa junto a 257 compañeros el último 28 de enero. Es trabajadora, militante, delegada sindical, madre. También desvincularon a su marido Andrés y con él a Julia su hija de 4 años que quedó desescolarizada cuando la dejaron afuera del jardín que funciona en el INTI.
El INTI es una familia, la mayoría de sus trabajadorxs son profesionales que está allí hace más de 10 años, que resisten los despidos y el ajuste hace casi cuarenta días.
El #8M paramos porque somos la variable de ajuste que los gobiernos neoliberales ponen al servicio del endeudamiento y la especulación financiera.